Ayer pensaba que vivo en un País latinoamericano, en el cual, gracias a la falta de inversión en educación, aún es probable que el sistema democrático se empañe. Venezuela es un ejemplo de esto. El actual régimen tiene su partida de nacimiento y su confirmación, firmadas en las urnas. Si. Este no es un régimen golpista.
Entonces no puedo dejar de pensar en nuestra fragilidad como País en democracia.
Todos debemos ser portadores del mensaje que vivir en democracia, aún con todos sus defectos, es la mejor forma de salir adelante como País. Otra forma conocida no es factible, no para todos.
Ayer pensaba en mi papel ante esto. Un papel de hablar, contar, lograr que la gente evalúe el riesgo de elegir al que más regala, al que menos puede defender un argumento de gobierno. No podía dejar de pensar que cuando regalan con una mano, con la otra están poniendo la venda que muchas veces permite la impunidad.
Ayer decidí hacer mi parte y hablar con todos los que me quieran oír y que ahora viven con la libertad que la democracia les permite, para que sean consientes y en base a esa conciencia, logremos elegir continuar con esta libertad en mayoría.
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